domingo, 7 de marzo de 2010

Arriesgada ambición teológica

Crítica de un Condena por desconfiado de Tirso de Molina

Por Jorge García Martínez

Tirso de Molina es uno de esos autores que como diría Unamuno pertenecen a la intrahistoria de un país pero que por su prolífica obra y por la creación, aunque de dudosa autoría, de ese gran personaje tan recurrente en la literatura española como es el Don Juan en El Burlador de Sevilla pasó a formar parte de esa edad dorada de la literatura en español conocida como Siglo de Oro.

Fue la época en la que el teatro era el acontecimiento público por naturaleza, donde se daban lugar todas las clases sociales y era el único vinculo que tenía el pueblo con la cultura, ya que la mayor parte de éste era analfabeto. El teatro además de servir de puente de unión, constituía la base del entretenimiento de aquella época.

Ahora bien, resulta bastante ambicioso, hoy en día, por un lado llevar a cabo una obra del Siglo de Oro como es El Condenado por Desconfiado, cuya temática principal es puramente teológica y por otra parte reducir la duración a una hora y media, cuando los anteriores montajes han sido de tres horas.

La compañía de teatro clásico a la dirección de Carlos Alandro realiza una más que notable adaptación del texto original y una impecable puesta en escena llevada a cabo con soltura y haciendo que la obra no decaiga en ningún momento. Un poco forzada en sus inicios pero que posteriormente la trama se va resolviendo concorde a los versos de Tirso de Molina. El principal motivo por el cual hace que el espectador permanezca atento en la butaca es esa habilidad a la hora de combinar géneros, sobre todo uno perdido hoy en día, como es el de las historias de bandoleros. La resolución de las escenas y la imaginación a la hora de trazar ciertas acciones, como la muerte en representación de una especie de candelabros hace incluso que parezca, dentro de lo que es la pura representación, algo bastante novedoso y digno de elogio.

Por otra parte los personajes dan bastante juego y eso es un hecho a favor, la transformación que sufren a lo largo de la obra, como hiciese Cervantes en el Quijote, siendo absuelto Enrico y condenado Paulo, además personajes como Pedrisco dotan a la obra de pequeñas dosis de humor que ameniza la función, rozando por algunos momentos la picaresca. En este personaje se ver cierto paralelismo como el mismísimo Sancho Panza además de por su tono jovial y divertido por la evolución que sufre durante la obra.

Destacar entre todos los personajes la figura del demonio interpretada por Francisco Roas, que en cada escena acecha a los personajes, los tienta y engaña a su gusto y sobre todo imprime a la obra un tono bastante oscuro y místico.

En el apartado artístico, la música de Juan Manuel Artero, acentúa cada momento de la obra, nunca haciéndola decaer e imprimiendo una mayor intensidad en los momentos críticos. Pedro Yagüe en la iluminación, destaca por sus juegos de luces, sobre todo con la figura del demonio y en la contraposición de los escenarios.

Pero a pesar de la gran puesta en escena, la obra me deja totalmente frio, no me apasiona más allá de lo que ven mis ojos y después de un par de días no la recuerdo con soltura. La temática me es indiferente, no me siento identificado ni me creo nada de lo que ocurra, más allá del propio espectáculo, que como he dicho es bastante notable. Imagino que los inquisidores se debían de retorcer de placer en sus butacas ante tal despliegue místico y divino pero yo no. Era arriesgado tomar un proyecto de tal envergadura en los tiempos que corren, en el que todo gira en torno a la figura de dios y el pecado. Desde el punto de partida de la obra, la salvación por la que suspira Paulo y le hace emprender su viaje a Nápoles y hasta la final transformación que sufrirá el personajes a raíz de sus trastornos de fe, para que saquemos como conclusión que el perdón de Dios es inmune a todo lo demás y que es la única vía para la salvación.

En la época en la que se compuso no debió de ser resultar algo transgresor ni polémico, sino todo lo contrario, quizá el gran merito de la obra es la fluidez del verso y las aventuras y desventuras que siguen a los personajes durante toda la representación a instancias del contenido religioso.


domingo, 6 de septiembre de 2009

El Mar


¿Acaso la mayoría de hombres no se sienten decepcionados con su destino, languideciendo en sus cadenas con callada desesperación?

Me pregunto si los demás, de niños, tienen ese tipo de imagen, a la vez vaga y concreta, de lo que les gustaría ser de mayores. No hablo de esperanzas y aspiraciones, ni de vagas ambiciones, ese tipo de cosas. Desde el principio fui muy preciso y definido en mis expectativas. No quería ser maquinista de tren ni un explorador famoso. Cuando escudriñaba anhelante a través de las nieblas real de entonces a lo felizmente imaginado de ahora, así es, tal como he dicho, como habría predicho exactamente mi futuro yo: un hombre de pacientes aficiones y escasa ambición sentado en una habitación como ésta, en mi silla de capitán de barco, apoyado en mi mesita, justo en esta estación, el año encaminándose a su fin en un tiempo clemente, las hojas dibujando la luz, la luminosidad de los días apagándose un poquito antes cada día. Sí, esto es lo que imaginaba que era la edad adulta, una especie de prolongado verano de San Martín, un estado de tranquilidad, de serna indiferencia, en lo que no quedaba nada de la apenas soportable y brutal inmediatez de la infancia, donde todas las cosas que me habían desconcertado de pequeño quedaban resueltas, todos los misterios se aclaraban, todas las preguntas se respondían, y los momentos transcurrían gota a gota, casi sin darte cuenta, gotas doradas una tras otra, hacia el descanso eterno y definitivo, casi sin darte cuenta.

El Mar.John Banville. Anagrama.

sábado, 15 de agosto de 2009

Decisiones...


Escrito por Jorge García Martínez
Editado por Paco Cueto

Cuando llega la hora de tomar una decisión se requiere un conocimiento de las consecuencias que va a desencadenar ésta, hay que sopesarla, meditarla, hasta llegar a un punto de estar convencidos de que esa es la mejor opción pero, aún así, nadie nos va a asegurar nada.

La mayoría de las grandes decisiones que uno toma en la vida, por muy meditadas que se piensa que están, son impulsadas por las circunstancias, por el mayor o menor grado de conocimiento o experiencia que uno tiene en ese momento; una sola conversación bastaría para hacer a alguien declinar un futuro. Y al revés.

Esto nos lleva a deducir que una de las razones más importantes que siguen a una decisión son las casualidades sobre las que se han establecido nuestras premisas.

Hay otras personas que ya nacen con todo aprendido y saben del riesgo emocional que conlleva la vida por lo que a los 5 años de edad ya tienen un futuro y unos pasos a seguir. Su vida es estudiar aquello con lo que soñaron, trabajar en aquello en lo que soñaron y casarse con la persona con la que soñaron.''bienaventurados serán aquellos porque jamás verán el reino de dios''

A ellos jamás se les ocurrió aquello de que la vida tiene sus idas y venidas, de que es algo insostenible, de una fragilidad intocable y, sobre todo, que el escoger un camino es mucho más que elegir un trabajo. Es elegir unas personas que hacen que conozcamos a otras personas con las que nos vamos a relacionar y pasar parte de nuestra vida.

Pero, por mucho que se teorice acerca de esto, al fin y al cabo uno no sabe lo que le espera. Dentro de cada decisión hay millones de combinaciones diferentes, las cuales, a la larga, son las que acaban dando forma a nuestra vida.

Después de un año totalmente sabático, puedo decir que lo poco que he aprendido es que, al fin y al cabo , sólo se vive una vez y nunca sabrás si elegiste la mejor opción, porque nunca llegaste a conocer lo que aguardaba tras la otra puerta. Para vivir una vida sin equivocarse, y puramente plena, tendríamos que vivir la misma vida más de una vez, incluso más de dos y de tres. Y eso es imposible.

Una vez leí aquello de que ''la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto de nuestra vida es un borrador sin cuadro''.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Volvemos a funcionar

Después de 7 meses con el ancla echada, este blog vuelve a zarpar.
Próxima entrada prevista para el Sábado 15 de agosto.

sábado, 2 de mayo de 2009

Cierre por un tiempo

Este Blog permanecerá cerrado por motivos académicos hasta nuevo aviso.


domingo, 25 de enero de 2009

El devenir del destino



Critica de Slumdog Millonaire

Escrita por Jorge García Martínez
Editada por Paco Cueto

Varias veces a lo largo de Slumdog Millonaire se repite esta frase: es el destino. Parece que todo en la vida está escrito y sucede con un determinado fin. Todo lo que hacemos, vemos, con quién hablamos, estamos y lo que vivimos día a día va un poco más allá de la propia experiencia. El hecho de estar en un lugar en el momento adecuado y no una hora más tarde puede suponer un cambio en nuestra vida. La mayoría de las veces se queda en algo anecdótico pero otras no. La vida es un sinfín de posibilidades que encajan con cada momento vivido y que a la larga pueden desencadenar una serie de consecuencias. Pues bien esto es lo que pone de manifiesto la nueva película de Danny Boyle.

Y lo hace a través de la mirada de  un muchacho que vive en los suburbios de la India y que tiene que superar toda clase de vicisitudes para sobrevivir hasta que finalmente acaba en el famoso programa. ¿Quieres ser millonario? La película muestra con crudeza toda la miseria y pobreza que envuelve a la India desde el tráfico y la explotación de niños, pasando por los conflictos religiosos, la dura vida en los suburbios, cómo no,  la  gran mano de la mafia. Aunque no lo hace en un tono demasiado macabro y desproporcionado. Por otro lado se nos muestra la India que todos conocemos, ese paisaje místico, lleno de colores, sabores y olores. Todo ello hace que la película esté rodada de una forma colorista, resaltando el cromatismo y llevándolo en cada fotograma al extremo. La alternación con la música hace que la película adquiera más ritmo , del que ya tiene, y que todo se convierta en un gran espectáculo visual.  La escena en la que Jamal con su hermano tratan de sobrevivir en un tren mientras suena Papers Planes de M.I.A es de lo mejor que he visto últimamente.

Boyle utiliza la técnica del flash-back para  narrar la vida de este chico y la relación que tiene cada momento de su vida con la pregunta del juego y con la respuesta. Y poner de manifiesto la premisa principal. Es el destino. Pero al fin y al cabo la película es una historia de amor promovida por el destino. El amor en este caso mueve montañas. Y está por encima de cada dificultad y de cada piedra en el camino. Puede que resulte demasiado idílico en ocasiones pero no llega a caer en la ñonería o en el convencionalismo de la mayoría de las historías románticas.

En definitiva la película de Boyle es por encima de todo espectacular. Cada plano, cada escena, cada fotograma derrochan energía por encima de todo. Los tonos, los colores, la música y la ambientación son increíbles. Quizás la película brille más en el aspecto técnico que en el argumental.  No sé si se llevará el Oscar  pero de las 4 que he visto la que más me ha gustado de momento es The Reader. De la que escribiré la critica la próxima semana. 

Bath 25-01-2009

Slumdog Millonaire se estrenará en España el 13 de febrero


martes, 6 de enero de 2009

La epopeya de un madre coraje a través de las tinieblas

Escrito por Jorge García Martínez
Editado por Paco Cueto

Creía que lo peor que le puede pasar a una madre era experimentar y afrontar la pérdida de un hijo. Pero hay algo mucho peor. Después de meses de dura aflicción volver a recobrar la esperanza del reencuentro. Esperanza que se desvanecerá al volver a verlo y darse cuenta de que ese no es su hijo, que todo forma parte de un error, o no tan error policial, y que la toman por una loca. Esto ocurrió de verdad, donde si no en América, donde todo es posible. Y es el fulgurante inicio de la nueva obra maestra de Clint Eastwood.

Eastwood es uno de los pocos directores que cuando sé que va dirigir una película ocurre un extraño estímulo dentro de mí, se me eriza el cabello y acto seguido marco en el calendario la fecha de su estreno anteponiendola a fiestas y cumpleaños. Sabes que durante las más de dos horas aproximadamente que duran sus películas, ésta 144 minutos, te va proporcionar un regalo para todos los sentidos; con su ambientación especial, el tono, los colores, las luces y las sombras que sabe imprimir como nadie a cada una de sus películas, los encuadres y planos que utiliza, banda sonora y sobre todo el saber mantener la acción constante durante toda la película. Aunque no te guste todos, estos factores son innegables al autor de Millón Dólar Baby.

 

Aquí la historia a priori parece simple, o no tan compleja, en ella se muestra la constante lucha de una madre por encontrar a su hijo y a su vez la incompetencia del cuerpo de policía de Los Ángeles, que ya pudimos ver  L.A Confidencial. Pero esto sólo parece un pequeño prólogo para algo mayor, algo de dimensiones desproporcionadas. Aludiendo a la obra de Conrad éste es el comienzo de un río que nos llevará al corazón de la jungla, a las mismísimas tinieblas. Y así conocer de cerca lo peor de nuestra especie, para ver hasta donde la maldad del ser humano puede llegar más allá de policías corruptos y loqueros maquiavélicos.

Todo esto para que al final Eastwood filme una de las escenas más crudas jamás vistas de una ejecución y así tomarse más que una merecida venganza. Me imagino a éste con el sombrero, el caballo y el puro, como en las películas de Leone o como en Sin Perdón, diciendo `muere hijo de perra´. Y lo que plantea adquiere una dimensión mayor ya que el final no es más que un alegato a favor de la pena de muerte. Y nos hace creer que así debe de ser, nadie en la sala sentirá compasión por el monstruo que va a ser ajusticiado. Eastwood nos lo hace ver en la película cuando el reo, en los últimos suspiros de su vida, exige una oración pero allí no reza ni el cura. ¿Un ser así justifica algo tan cruel y arcaico como la pena de muerte? 

Mientras tanto se muestra la lucha incondicional de una madre coraje que no pierde jamás la esperanza de recuperar a su hijo. Jolie borda su papel como nadie. Con esos enormes labios y esos ojazos. Sabe imprimir el sentimentalismo así como el valor y el coraje necesario en cada parte de la película.

Los secundarios están muy bien logrados y ellos representan el bien y el mal, por una parte está el reverendo genialmente interpretado por John Malvovick que intenta desenmascarar todo el entramado y llegar al fondo del asunto y el malo malísimo Jason Butler Harner. Quizá sean demasiado malos algunos personajes de la película lo que resulta un tanto irreal. Aunque recordemos que está basado en una hecho real.

Pero en definitiva Eastwood nos vuelve a demostrar que a sus 78 años es uno de los directores que mejor están en forma en el Hollywood actual y que este año nos traerá dos regalos. El intercambio y Gran Torino (20 de febrero).


'Saturno devorando a su hijo' Francisco de Goya (1746-1828 )
Cualquiera que haya visto la película comprenderá mi elección de poner este cuadro en la crítica.