sábado, 15 de agosto de 2009

Decisiones...


Escrito por Jorge García Martínez
Editado por Paco Cueto

Cuando llega la hora de tomar una decisión se requiere un conocimiento de las consecuencias que va a desencadenar ésta, hay que sopesarla, meditarla, hasta llegar a un punto de estar convencidos de que esa es la mejor opción pero, aún así, nadie nos va a asegurar nada.

La mayoría de las grandes decisiones que uno toma en la vida, por muy meditadas que se piensa que están, son impulsadas por las circunstancias, por el mayor o menor grado de conocimiento o experiencia que uno tiene en ese momento; una sola conversación bastaría para hacer a alguien declinar un futuro. Y al revés.

Esto nos lleva a deducir que una de las razones más importantes que siguen a una decisión son las casualidades sobre las que se han establecido nuestras premisas.

Hay otras personas que ya nacen con todo aprendido y saben del riesgo emocional que conlleva la vida por lo que a los 5 años de edad ya tienen un futuro y unos pasos a seguir. Su vida es estudiar aquello con lo que soñaron, trabajar en aquello en lo que soñaron y casarse con la persona con la que soñaron.''bienaventurados serán aquellos porque jamás verán el reino de dios''

A ellos jamás se les ocurrió aquello de que la vida tiene sus idas y venidas, de que es algo insostenible, de una fragilidad intocable y, sobre todo, que el escoger un camino es mucho más que elegir un trabajo. Es elegir unas personas que hacen que conozcamos a otras personas con las que nos vamos a relacionar y pasar parte de nuestra vida.

Pero, por mucho que se teorice acerca de esto, al fin y al cabo uno no sabe lo que le espera. Dentro de cada decisión hay millones de combinaciones diferentes, las cuales, a la larga, son las que acaban dando forma a nuestra vida.

Después de un año totalmente sabático, puedo decir que lo poco que he aprendido es que, al fin y al cabo , sólo se vive una vez y nunca sabrás si elegiste la mejor opción, porque nunca llegaste a conocer lo que aguardaba tras la otra puerta. Para vivir una vida sin equivocarse, y puramente plena, tendríamos que vivir la misma vida más de una vez, incluso más de dos y de tres. Y eso es imposible.

Una vez leí aquello de que ''la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto de nuestra vida es un borrador sin cuadro''.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Volvemos a funcionar

Después de 7 meses con el ancla echada, este blog vuelve a zarpar.
Próxima entrada prevista para el Sábado 15 de agosto.